Camping improvisado 26-27-28 de Julio

Bueno deciros que al final no me fui a ningún sitio, porque los chicos no podían, lo que me hizo tener un bajoncillo de energía pero bueno me fui de fin de semana, aquí os dejo la historia

Viernes tranquilo, esta mañana no se oye casi nada. Ningún plan inmediato a la vista. Día de limpieza y aburrimiento. A las 2, tres compañeras vienen a ver nos a nuestra casa a hacernos una visita. Empezamos a hablar sobre el fin de semana y de repente a una se le ocurre ir a visitar un lago que está no muy lejos de Arad (25km). A todas nos parece buena idea así que nos ponemos rápido manos a la obra, buscamos el horario del tranvía, algo rápido de comer, sacos, tienda de campaña y esterillas.

Quedamos a las 17.50 para coger el tranvía numero 11. Llegamos a la parada y dos de nosotras casi pierden la oportunidad de conocer el lago, ya que el numero 11 llega muy puntual. Así que 5 chicas tras una hora de camino llegan al pueblo de Ghioroc, y a poco más de 2 km encontramos el lago que lleva el mismo nombre.

Vemos un sitio perfecto y escondido para montar nuestra tienda. Improvisamos unas neveras con dos bolsas atadas a unos palos clavados en la orilla.




Un hombre muy amable que nos ha visto llegar nos ofrece unos cartones para poner debajo de nuestra tienda.

 

Nos ponemos el biquini y a nadar un poquito mientras el sol se va ocultando.

Hace una temperatura perfecta, lo único malo es que no lo es solo para nosotras, sino que también para los millones de mosquitos que nos acompañan.

Mi cena consiste en una lata de atún, un trozo de pan y un plátano, pero gracias al ambiente que hay aquí lo disfruto más que si fuera un buen filete.

Se hace de noche y aquí estamos una italiana, una polaca, una estonia, una armenia y una española en medio de la naturaleza con unas vistas magnificas y un cielo estrellado increíble. Intentamos hacer una hoguera pero dura apenas 5 minutos.

Hablamos hasta la madrugada sobre nosotras, nuestras vidas y sobre nuestros países y su situación actual. Gracias a noches como esta siento que las conozco mucho más. Mientras dormimos ruidos extraños, pero estamos en medio de la naturaleza así que prefiero pensar que es lo normal.

Al día siguiente despertarse por la mañana y ver esto llena de alegría a cualquiera.

Estas eran nuestras camas

Asique mientras el resto duerme me pongo el biquini y al agua a nadar en la más absoluta tranquilidad. Es una sensación increíble. Y es mas increible aun cuando estoy sentada en la orilla y los pececillos están a mi alrededor, incluso me mordisquean como si del mas caro tratamiento de belleza se tratase.

 

Según va avanzando la mañana nos bañamos todas y la tranquilidad se pierde, ya que llega un grupo de amigotes con bebe, barbacoa y perro incluido, ocupando la única sombre que queda libre.

En el fondo me da envidia y me gustaría estar aquí con mi gente de España, o con Miguel y Yuma.

Vamos a comprar una sandia para comer que fresquita nos dura bien poquito jeje. Otro baño largo y solucionado.

En la tarde Ann decide irse, ya no le gusta este sitio, no es lo que buscaba para este fin de semana. Pero para mi la magia continua cuando dando una vuelta por otro lado del lago descubrimos una plaza con arena fina, música y buen ambiente. Nos tomamos algo y vemos un atardecer espectacular, con tonos rojos y naranjas.

Volvemos a nuestra tienda y el grupo de amigos se ha ido y en su lugar hay una pareja tomando una sandia y se bañan desnudos como si nosotras no existiéramos. Empieza a escucharse música justo en la otra orilla del rio, pero estamos tan cansadas que nos vamos a dormir.

Amanece otro día pero casi no hemos podido dormir porque la música duro hasta las 7 de la mañana y los perros abandonados de la zona decidieron destrozar nuestra basura y ladran bien fuerte para que nos enteráramos que estaban allí.

Decidimos irnos pronto, así que ultimo baño, recogemos todo bien para que parezca que nunca hubiéramos estado allí, que la naturaleza no note nuestro paso por allí.